Pensaba descansar este domingo, pero ordenando me he topado con este libro que tenía olvidado. Es de la editorial Kalandraka, y nos cuenta la historia de un ratoncito muy especial: Frederick. Frederic no almacena comida para el invierno como los demás, sino que trabaja recogiendo rayos de sol, palabras, colores... La moraleja sería algo así como que hace falta algo más que alimentos para poder vivir, y que el arte y la cultura es algo también muy importante que necesitamos todos. Os dejo la portada y un vídeo adaptado de la historia (en inglés).